domingo, 1 de febrero de 2015

Unidad 5 El milenio de Almería

http://milenio.cepindalo.es/el-milenio/http://youtu.be/SgZMuStuaQY

Pasado 2014, vamos a celebrar el milenio de Almería que en este mes de febrero nuestro centro va a conmemorar los cien años de la proclamación del reino taifa de Almería.
ALMERIA MUSULMANA Y CRISTIANA 
CUADERNO DEL PROFESOR
CUADERNO DEL ALUMNO 



Nuestras actividades van a girar en torno a nuestra Almería, por lo tanto en Lengua realizaremos un trabajo sobre el milenio de Almería, trabajaremos la expresión oral con la descripción de un paisaje bien sea de nuestro pueblo, ciudad o barrio, en expresión escrita realizaremos un programa sobre las fiestas de nuestro pueblo, ciudad o barrio, no por ello también trabajaremos como cronistas deportivos haciendo un programa radiofónico, o bien realizamos un comentario sobre la visita a realizar durante el presente mes al Puerto de La Ragua el miércoles día 18 de febrero. 
Los caminos escolares se realizarán sesiones durante los días 11 y 12.
En Literatura conoceremos otros recursos literarios, para trabajar en gramática con los verbos, adverbios y ampliaremos nuestro vocabulario en el uso de préstamos y extranjerismos, en ortografía tendremos mucho cuidado con el uso de la b y la v. No por ello sin olvidar nuestras lecturas que irán encaminadas al conocimiento de Andalucía. Bécquer con sus rimas será nuestro autor a conocer y leer sobre él.
Las Matemáticas de Sexto los decimales serán nuestra principal competencia para trabajar tanto con operaciones y problemas referidos a los mismos.
Asimismo el alumnado de 5º también trabajaran con los números decimales en las distintas operaciones  y problemas, junto con ls medidas de tiempo y dinero. Realizaremos como actividad del mes el gasto semanal que realizamos por persona en nuestra vivienda, luz, agua, teléfono, alimentación, gastos diversos, imprevistos, etc...

RECURSOS DEL MILENIO DE ALMERÍA

De la enciclopedia de Almería podemos leer......



Periodo musulmán

Quedan pocos siglos para que Almería alcance su primer cénit histórico, político y socioeconómico. La gran historia de Almería comienza en efecto con la ocupación musulmana, iniciada el año 713 a manos fundamentalmente de poblaciones de origen beréber y yemení, cuya más pronta aportación fue la remodelación sustancial del paisaje y método agrícola.
El periodo musulman se divide en dos fases, separadas por un breve periodo de ocupación cristiana, el decenio entre 1147 a 1157, en que los ejércitos de Alfonso VII ocuparon la ciudad y la provincia. No obstante, aunque breves, estos diez años supusieron una ruptura insalvable en el crecimiento de la Almería musulmana. La primera fase destacable va así pues desde la fundación oficial de la ciudad en 955 hasta 1147, y la segunda desde 1157 a 1489.
Los antecedentes del periodo 955-1147 se encuentran en la fundación a principios del s. VIII de un asentamiento en lo que entonces eran los aledaños de la desembocadura del río Andarax, que en aquella época tenía su boca a la altura de lo que hoy es La Juaida. Se trataba de Bayyana, la actual Pechina. Su estratégica posición le permitió convertirse en un próspero centro de comercio que dio origen a la que se denominó República Marítima de Pechina. Y no sólo en lo material se enriqueció el bajo Andarax, también en lo espiritual. En efecto, Pechina fue cuna del más importante sufismo ibérico. Aquí emigraron los últimos discípulos del sufí cordobés Ibn Massarra: el almeriense Ibn Al Arif fundó la Escuela de Almería por la que discurrieron Ismail Al Rouayni de Córdoba (cuyo nombre, sorprendentemente, bautizó a la actual pedanía de El Ruini posiblemente porque vivió en ella), Abu Madyan y probablemente el más grande místico sufí de Al Andalus, el murciano Ibn Arabi. Demasiadas veces pasa desapercibida la importancia del movimiento sufí en Almería, que tanta importancia tuvo no sólo por su profundidad, sino por haber aportado muchas de las claves del misticismo cristiano posterior de, entre otros, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz.
El origen último de Almería capital está en efecto en Pechina, pues poco después de su fundación se crearía un asentamiento costero y una atalaya, dependientes de aquélla, que recibirían el nombre de Al Mariyyat Bayyana.
Se ha escrito mucho sobre el origen del nombre de la ciudad y provincia. El movimiento indaliano, siempre tan idealista, pensaba que Al Mariyyat querría decir en árabe "Espejo del Mar", pero es mucho más probable que el topónimo provenga de la palabra "al miraya", "torre vigía". En efecto, Al Mariyyat funcionó como puerto y defensa de una Bayyana próspera y enriquecida, que se convertiría en uno de los centros comerciales más importantes de Al Andalus como ya dejó reflejado en sus crónicas Al Himyari.
Llegamos así a la fundacion oficial de la ciudad en 955, año en que Abderramán III (o Abd-er-Rahman) ordenó iniciar las obras de una fortaleza, la Alcazaba, cuyo objetivo era defender el área de la amenaza que suponía el califato fatimí, oriundo de Túnez. La Alcazaba se convierte así en la fortaleza musulmana más grande de España y de Europa, con 43.000 metros cuadrados que le permitían albergar todo un destacamento militar de 20.000 hombres, los palacios de los sucesivos reyes e incluso lugares de resguardo para la población en caso de ataque. Más adelante será objeto de remodelaciones y ampliaciones por parte de reyes musulmanes y de los Reyes Católicos.
La desintegración del califato de Córdoba en el s. XI da lugar a los reinos de taifas, entre ellos el de Almería, que tendría su primer rey en Jairán (o Hayran), remodelador de la Alcazaba.
Almería ya es mucho más importante que Bayyana y se convierte en una ciudad de nueva planta califal, dotada de una mezquita mayor (la actual iglesia de San Juan, en ella se conservan hoy la qibla y el mihrab originales) y un activo puerto, que con los años sería el más importante puerto comercial de todo Al Andalus. En efecto, este siglo constituye el primer cénit histórico de Almería. Era entonces una ciudad amurallada, con un trazado urbanístico árabe clásico y tres barrios bien diferenciados: el barrio de Al Hawd (o el Aljibe), el de la Musalla y el principal, la Medina (por donde corre hoy la actual calle de la Almedina).
Reinó durante la segunda mitad del siglo Almotacén (o Al Mutasim) (1052-1091), el rey poeta, que enriqueció la corte con literatos y científicos. Se introdujeron avances en los sistemas de regadío; en la ciudad florecían los baños y las mezquitas y efervescía en el puerto el comercio de la seda, el aceite y la uva. Buena prueba de todo ello nos deja la obra de Al Idrisi.
La taifa almeriense terminó con la invasión almorávide, pero la ciudad continuará siendo un auténtico emporio comercial muy codiciado por los cristianos. Es entonces cuando Alfonso VII, el Batallador, decide tomar la ciudad con ayuda de catalanes, francos, pisanos y genoveses (estos dieron su gentilicio a la playa en que desembarcaron, en Cabo de Gata); los ejércitos entraron en la ciudad el 17 de octubre de 1147. Como ya dijimos antes, fue un periodo efímero de ocupación, que sin embargo truncó totalmente el desarrollo de la capital y su territorio.
Almería volverá a ser musulmana con la toma de los almohades, pero jamás recobrará su antiguo esplendor. En el s. XIII, pasa a formar parte del reino nazarí de Granada, siendo gobernador Abbu-i-Abbas, quien intentó reconstruir la ciudad sin demasiado éxito. Fue en parte responsable de ello una sequía que comenzó el año 1227 y desestabilizó gravemente la agricultura y el comercio de toda la región.
De la época musulmana se conservan innumerables restos. A la Alcazaba y los restos de la mezquita mayor hay que sumar los aljibes de Jairán, que en una época abastecieron a la ciudad, y las murallas construidas por el mismo rey. También se conservan lienzos de la muralla del puerto y restos de la puerta de Pechina, en el subsuelo de la Rambla Obispo Orberá. No sólo ciudades florecieron en la Almería musulmana: se pueden encontrar diseminados por los Filabres, las Alpujarras y el valle del Almanzora numerosos baños, mezquitas y castillos.
En 1489 los Reyes Católicos conquistaron Almería, cuyas poblaciones en la mayoría de los casos capitularon pacíficamente, con la excepción de contadas rebeliones mudéjares.

2 comentarios:

manolo dijo...

que bonito ¡Almeria¡

manolo dijo...

que bonito ¡Almeria¡